viernes, 2 de febrero de 2024

Hace 52 años Perón le escribía esta carta a Miguel Tejada, Maruca Ortega de Carrasco y Enrique Pavón Pereyra.

 



A los Sres. Tejada, Maruca de Carrasco y Enrique Pavon Pereyra 2 de febrero de 1972 


Escrito por Juan Domingo Perón. 


Madrid, 2 de febrero de 1972.


A los Sres. Miguel Tejada, Maruca Ortega de Carrasco y Enrique Pavón Pereyra


ASOCIACION DE ESCRITORES MAPA. Bueras 364 BUENOS AIRES


Queridos amigos:


Por mano y amabilidad del compañero Doctor Don Héctor J. Cámpora, he recibido vuestra comunicación del 1ro. de octubre próximo pasado, a la que se adjunta la Resolución de esa Asociación, por la que se me designa "Escritor Honoris Causa y Presidente Natural" de la misma. Deseo aceptar y agradecer el recuerdo y saludo que retribuyo con mi mayor afecto.


Deseo también agradecerles el honor que para mi representa compartir los altos móviles que inspiran a la Asociación de Escritores MAPA, por lo que les ruego que me consideren en las mismas condiciones de los demás compañeros, a cuyo efecto tengo el placer de enviar mi FICHA PERSONAL debidamente llenada y para que se me considere sólo un asociado más.


No se me escapa la importancia que esta Asociación tiene también para el Movimiento Nacional Justicialista. Al efecto he hablado con el Señor Delegado Personal, Señor Doctor Don Héctor J. Cámpora, quien enterado de los deseos de esa Honorable Comisión, nombrará al compañero que la Asociación designe, para integrar el Consejo Superior del Movimiento Nacional Justicialista.


Precisamente en estos momentos en que "acopiamos materia gris" a los fines de la preparación técnica, ordenamiento y planificación, de los problemas nacionales, por si el Movimiento llegara a tener en el futuro la responsabilidad de gobernar nuevamente a los argentinos, consideramos que el aporte de los escritores argentinos puede sernos valioso y en ese concepto comenzamos a comprometerlos, para que se incorporen al esfuerzo. Existen ya varios "Centros Tecnológicos" que se están encargando de estos estudios y con los que el Doctor Cámpora tendrá el placer de ponerios en contacto a los fines antes mencionados.


Fuera de ello, nada será más estimable y valioso que el aporte individual de los escritores de MAPA, en la difusión de nuestra ideología y doctrina que, aún un tanto desconocidas por importantes sectores de la población de nuestro país, puede ser mal juzgada y criticada, más por desconocimiento e ignorancia, que por otras explicables razones de intereses políticos y sociales. Es indudable que, desde hace ya diecisiete años, no contamos con el aporte publicitario de la mayoría de los medios nacionales, monopolizados por los intereses de los que usurparon desde entonces el Poder en la Argentina. En consecuencia, la tarea que los escritores amantes de la verdad y el esclarecimiento del proceso tienen por delante, puede ser de extraordinario valor no sólo para el Justicialismo, sino también para el propio país.


Por estas y muchas otras circunstancias que sería largo enumerar, aprecio en todo su extraordinario valor el aporte que la Asociación de Escritores MAPA puede rendir en el noble empeño que mencionan en su comunicación y que yo, como argentino y como peronista, comparto en todas sus partes. Es por ello también que no sólo deseo un socio de número honoris causa, sino uno de los tantos que desean escribir en beneficio de una realidad que conozco profundamente a través de una experiencia que difícilmente pueda ser igualada.


He conversado con el Señor Delegado, Doctor Héctor J. Cámpora y mientras dure mi ausencia del país, Ustedes pueden recurrir a él para cualquier asunto que consideren necesario el aporte de nuestro Movimiento y en el que yo pueda ser factor de solución. De la misma manera, deseo que me consideren a las órdenes de la Asociación y de cada uno de los socios que la formen.


Les ruego asimismo, quieran hacer llegar mi saludo a todos los asociados y aceptar, junto con mi saludo más afectuoso, mis mejores deseos por la prosperidad de la Asociación y el éxito personal de cada uno de sus asociados.


Un gran abrazo.


Firmado: Juan Perón.


martes, 21 de febrero de 2023

Se cumplen 146 años del natalicio del General Enrique Mosconi

 



Hijo de Enrico Mosconi, un ingeniero italiano dedicado al tendido de vías férreas y de María Juana Canavery, una argentina de ascendencia irlandesa, Mosconi creció en la ciudad de Buenos Aires. El padre quería un hijo médico; la madre un hijo militar, para seguir la tradición familiar de Ángel Canavery, su tío, quien había participado en la llamada Conquista del Desierto. Mosconi tenía dos hermanas mayores y dos hermanos menores. Cuando contaba sólo dos años de edad la familia se trasladó a Italia, volviendo a la Argentina un par de años más tarde, luego de la muerte de su madre. Enrico Mosconi se volvió a casar con María Luisa Natti.


Al finalizar la escuela primaria, el joven Mosconi ingresó al Colegio Militar de la Nación el 26 de mayo de 1891 y se graduó de subteniente de infantería el 20 de noviembre de 1894, a los 17 años de edad. Fue enviado a encargarse del Regimiento 7 de Infantería en Río Cuarto, Provincia de Córdoba, y comenzó a escribir un «Reglamento para la Infantería en Campaña», con detalles sobre el manejo de explosivos e instrucciones para construir puentes. En 1896 fue ascendido y trasladado a Buenos Aires, donde empezó la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires.


La trascendencia de Mosconi está marcada inexorablemente por la presencia del ingeniero en minería Enrique Martín Hermitte, quien descubrió el primer pozo petrolero en la ciudad de Comodoro Rivadavia.


En 1899 realizó estudios topográficos y estadísticos de los Andes en la provincia de Mendoza, y el año siguiente formó parte en los estudios llevados a cabo en la Patagonia a fin de establecer una red ferroviaria de importancia estratégica en la provincia del Neuquén. En 1903 se graduó de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires como ingeniero civil. Su tesis de grado fue un proyecto de construcción de una represa en el Lago Nahuel Huapi e instalación de una válvula para regular las aguas de los ríos Limay y Negro, en Neuquén, con el objetivo de hacerlos navegables.


Carrera militar


En 1903 fue transferido a la división de Ingeniería del Ejército como ingeniero militar, y en 1904 recibió un premio por un proyecto de construcción. Entre 1906 y 1908 fue parte de una comisión de graduados argentinos enviados a Europa (Italia, Bélgica y Alemania) para estudiar y adquirir plantas de energía hidroeléctrica y gasífera. Fue incorporado a las tropas de ingeniería del Reichsheer, y pasó 4 años en el Batallón 10 de Westfalia, mientras cursaba un posgrado en la Escuela Técnica Superior de Artillería e Ingeniería de Charlottenburg. En Alemania se interesó por las ideas de Friedrich List (1789-1846), un economista cuyas ideas industrialistas tenían gran influencia en Europa y los Estados Unidos.


En 1909 Mosconi regresó a Argentina como Jefe del Batallón 2 de Ingenieros, permaneciendo unos pocos meses para volver luego a Europa con el fin de adquirir materiales para la división de Ingeniería. Allí estudió y trabajó con unidades de telegrafistas y especialistas en ferrocarriles de Alemania, Francia y el Imperio austrohúngaro. Volvió a Argentina en diciembre de 1914, y recuperó su puesto militar hasta 1915, cuando fue nombrado director del Arsenal Esteban de Luca. En 1920 fue reubicado en la división de Aeronáutica, la cual dirigió hasta 1922.


YPF y la nacionalización del petróleo


El 16 de octubre de 1922, durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, Mosconi fue nombrado director general de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cargo que ocuparía durante ocho años, dedicando grandes esfuerzos para incrementar la exploración y desarrollo de la extracción de petróleo.


YPF recibió un monto inicial de ocho millones de pesos de parte del Gobierno Nacional, y desde ese momento fue autosuficiente, financiándose a sí misma con las ganancias provenientes de la extracción de petróleo y, por supuesto, sin préstamos ni inversiones extranjeras. En 1925 Mosconi consideró la posibilidad de una sociedad mixta estatal y privada, pero en 1928 se retractó al expresar:


"No queda otro camino que el monopolio del Estado pero en forma integral, es decir, en todas las actividades de esta industria: la producción, la elaboración, el transporte y el comercio […] sin monopolio del petróleo es difícil, diré más, es imposible para un organismo del Estado vencer en la lucha comercial las organizaciones del capital privado."


También remarcó que, para defender los yacimientos petrolíferos argentinos de las compañías extranjeras, era necesaria «una magnífica insensibilidad a todas las solicitaciones de los intereses privados concordantes o no con los intereses colectivos, pero sobre todo hace falta un poder político capaz de contener todas las fuerzas opuestas».


"Resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieren enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de exploración y explotación al capital extranjero, para favorecer a éste con las crecidas ganancias que de tal actividad se obtiene, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. Porque entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera."


Entre 1927 y 1928 Mosconi recorrió América Latina informando a las autoridades sobre la experiencia argentina con los combustibles fósiles, promoviendo la integración de esfuerzos en materia de petróleo. Mosconi fue el mayor impulsor de una política nacional que puso los recursos naturales al servicio del desarrollo económico, industrial y social de la Nación. Defendió la nacionalización de estos recursos, un absoluto monopolio estatal en su exploración y explotación, la necesidad de los países latinoamericanos de tomar medidas coordinadas en este asunto, y la promulgación de leyes relacionadas con los recursos naturales que fueran ventajosas para los intereses de los estados nacionales. La influencia de esta doctrina tuvo impacto en México, Brasil, Uruguay, Bolivia y Colombia.


Mosconi administró eficientemente YPF y, al mismo tiempo que establecía una incipiente gran empresa petrolera, comenzó a combatir la presión política de los dos gigantes de la explotación de hidrocarburos: la holandobritánica Royal Dutch y la Standard Oil del estadounidense John D. Rockefeller.


En 1929 recibió a Edmundo Castillo, ministro de Industria uruguayo, y lo convenció del establecimiento de una refinería nacional y una empresa estatal para vender sus productos. Esto desembocó en la creación de Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP), la compañía energética estatal creada por el gobierno uruguayo en 1931.


Mosconi, leal a sus ideas radicales, no quiso colaborar en la década infame cuando los militares del momento se lo pidieron. Un dato que demostró su férrea disciplina militar fue su acto de mandar oficiales a los yacimientos para sofrenar a los transpirados anarquistas de veinte nacionalidades distintas, en sus lucha de condiciones laborales acordes.


En 1936, luego de la Guerra del Chaco, el Estado boliviano creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) siguiendo el modelo de la empresa argentina, y poco después dictó la expropiación de la filial boliviana de la Standard Oil. En 1938, en Brasil, las mismas ideas llevaron a la formación del Conselho Nacional do Petróleo (CNP). Ese mismo año Mosconi fue galardonado con una medalla de oro por la Academia de Ciencias y Arte de Río de Janeiro en reconocimiento a su labor.


Mosconi hoy



Si bien las ideas de Mosconi sobre la independencia energética no sobrevivieron por mucho tiempo, YPF continuó siendo la empresa estatal argentina de petróleo hasta 1992, cuando fue privatizada por el gobierno de Carlos Menem. 


Tres localidades de la Argentina llevan su nombre:


provincia del Chubut: General Mosconi, cercana a la ciudad de Comodoro Rivadavia. Conocida también como kilómetro 3

provincia de Formosa: General Mosconi

provincia de Salta: General Mosconi

También se lo recuerda en dos Aeropuertos ubicados en zonas asociadas a la explotación petrolera:


Ciudad de Tartagal (Provincia de Salta): Aeropuerto "Gral. Enrique Mosconi" Tartagal

Comodoro Rivadavia (Chubut): Aeropuerto Internacional General Enrique Mosconi

El centro de estudiantes de la UTN Regional Mendoza lleva su nombre (CETEM: Centro de Estudiantes Tecnológicos Enrique Mosconi)


La escuela secundaria de Plaza Huincul E.P.E.T N°10 (de especialización Técnicos en Petróleo, única en el país) lleva el nombre de Gral. Ingeniero Enrique Mosconi. Además, el Gimnasio Municipal de la Ciudad de Cutral Có (ciudad clave para la explotación de YPF en la Patagonia Norte) lleva su nombre.


En la Ciudad de Rafael Castillo, Partido de La Matanza, Pcia. de Buenos Aires La Escuela secundaria de Enseñanza media N.º 1 lleva el nombre de "General Enrique Mosconi" desde su fundación, nombre elegido por su director Lic. Julio Ernesto Pinto en homenaje.


En Maria Grande hay una escuela técnica que lleva su nombre, (Escuela Técnica N.º 34 "Gral. E. Mosconi")


La localidad salteña de General Mosconi se hizo conocida en el escenario nacional argentino en 2001 a causa de serios conflictos entre el gobierno y grupos piqueteros, trabajadores que quedaron desempleados en parte por la merma en la explotación petrolífera en el área luego de la polémica privatización de YPF.​


En 1983 se fundó el Instituto Argentino de Energía "General Mosconi", una organización sin fines de lucro dedicada a "propender a un aprovechamiento racional de los recursos energéticos y a un coherente desarrollo de sus actividades conexas que satisfagan los intereses de la población".


Una avenida de la ciudad de Buenos Aires lleva el nombre General Enrique Mosconi en su honor5​ También, una avenida de la localidad chaqueña de Barranqueras (en su límite con Puerto Vilelas) lleva el nombre del General Enrique Mosconi. Justamente, en la intersección de esta avenida con Avenida Juan José Castelli, se encuentra el polo de distribución de YPF para la región Nordeste.


Una importante avenida del Partido de Quilmes, en el sur del Gran Buenos Aires, lleva el nombre General Mosconi en su honor.


En la ciudad de Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego, el puente que atraviesa el río homónimo a dicha ciudad, lleva el nombre de Ing. Enrique Mosconi.


En la ciudad de San Lorenzo provincia de Santa Fe el 1 de abril de 1992 comenzó a funcionar la Escuela Primera Ingeniero Enrique Mosconi N 1339 ubicada en el original Barrio Fonavi SUPE.


En la ciudad de Salta, Capital un barrio en zona norte lleva el nombre general Enrique Mosconi. En esta zona se encontraban varias plantas de gas que luego fueron trasladadas a otro lugar ya que la zona comenzó a poblarse.

martes, 16 de noviembre de 2021

Se cumplen 56 años de esta carta de Perón a José Alonso: "Con dirigentes desprestigiados al frente no iremos a ninguna parte"

 Carta a José Alonso (16 de noviembre de 1965) 



Escrito por Juan Domingo Perón. 


Señor Don José Alonso


Buenos Aires


Mí querido amigo:


He recibido su informe del 30 de octubre y el que lo completa con fecha 2 de noviembre próximo pasado. Muchas gracias por todo. Veo que las cosas marchan en la misma dirección y con el mismo ritmo. Eso es un indicio bueno porque como dicen los franceses "pas de nouvelle est bon nouvelle". Sin embargo, aunque a mí no me preocupan las "puñeterías" políticas porque, afortunadamente, ya estoy por sobre de ellas, me interesa en cambio y mucho que no se dejen sentir sobre el prestigio del Movimiento. Parece mentira que hombres grandes y que uno cree sensatos, se porten como chiquilines, olvidando que para que los demás nos toleren, debemos nosotros comenzar por ser tolerantes.


El asunto interno provocado por el infantilismo dominante hay que terminarlo cuanto antes, porque de lo contrario me vería yo en la necesidad de intervenir para poner fin a los pretextos que nuestros enemigos tienen para seguir tratando de dividirnos mediante la campaña publicitaria, a la que damos motivo nosotros mismos por los procedimientos que se están adoptando. Es menester que los dirigentes se coloquen seriamente en la posición que les corresponde y que se dediquen a trabajar para el Movimiento y no para ellos, porque de lo contrario terminarán por desprestigiarse ante la masa que los observa y los juzga. Con dirigentes desprestigiados al frente no iremos a ninguna parte y terminaremos por anarquizar nuestras formaciones, con gran alegría de nuestros enemigos.


La fuerza del Peronismo ha sido precisamente por la circunstancia de ser una fuerza orgánica en un país que todo está en plena desorganización. Si nosotros no resistimos al afán anarquizante que domina en el Gobierno y las instituciones, poco tardará para que seamos lo mismo que ellos: una calamidad. Si tenemos en cuenta que la reacción está organizada y dispone de una fuerza, nos comenzaremos a percatar del peligro que nos amenaza. Yo no creo que todos los que se empeñan, dentro del Peronismo, en disociar, obran de buena fé, porque cualquiera se puede dar cuenta de este peligro que menciono. Los intereses personales y de círculo tienen su límite. Yo no me opongo a que los dirigentes se quieran encumbrar si tienen condiciones y lo merecen, pero ello no ha de ser a costa del prestigio ni de la eficiencia del Movimiento, como está ocurriendo.


Sobre la situación general veo, como Usted, que las cosas van bien encaminadas y me doy cuenta que el Gobierno está amenazado de muerte porque hasta han tenido el atrevimiento y la ingenuidad de pedirme "que le demos una mano". Se imaginará que, para que lleguen a eso, ha de ser porque están en los estertores finales. Por eso creo que hay que seguir apretando de toda manera y me pone frenético pensar que, cuando ello es preciso, nuestros dirigentes se pasan perdiendo el tiempo en sus porquerías en vez de ponerse a trabajar en serio por la causa que nos es común.


Leo todos los recortes de las publicaciones, en especial de "El Mundo" y "La Razón", para darme cuenta de lo que persiguen en su campaña de provocación. Por su lectura me doy cuenta que los Servicios de Informaciones desarrollan una campaña con un Plan preconcebido y el objetivo de disociarnos, para lo que utilizan los diarios y revistas con una evidente congruencia y unidad de acción, lo que resulta peligroso si, como hasta hoy, nuestros dirigentes se dejan prender en la campaña y producen desaguisados que no conducen a nada que no sea hacer el caldo gordo a nuestros enemigos. Los objetivos inmediatos están claros: poner enfrente a los gremialistas y los políticos peronistas; enfrentar a los dirigentes peronistas con Perón tratando de aprovechar a los "peronistas sin Perón"; anarquizar así las bases por la pérdida de prestigio de sus dirigentes; neutralizar la acción de la C.G.T. tratando de dividirla y destruirla a través de los sindicatos por una persecución sistemática; atraer a los dirigentes peronistas que se presten para efectivizar todo lo anterior y utilizar a Frondizi y su gente del MIR en la misma tarea.


Si nosotros no nos ponemos en claro y enfrentamos esta campaña con decisión y seriedad, nos van a dar una gran lección cuyas consecuencias serán una gran experiencia pero para cuando ya no tengamos nada que hacer. En mi concepto, en este momento, el Gobierno está en un peligro tal que recurrirá a cualquier arbitrio para salvarse pero, si lo logra, los que estaremos en peligro seremos nosotros si no somos capaces de comprenderlo y reaccionar en defensa de nuestro Movimiento. Por el camino que vamos, después de lo que acabamos de presenciar, no tendremos salvación si no nos sacamos de encima a los que evidentemente trabajan dentro de este plan enemigo y muchos en entendimiento con él. Tengo demasiada experiencia como para darme cuenta cabal que las cosas que está ocurriendo no son obra solo de las circunstancias fortuitas, sino que también intervienen cuestiones interesadas por procedimientos deshonestos.


Usted comprende que yo, en las circunstancias actuales, no puedo ni quiero nada, que no sea el bien de nuestro Movimiento. Miro las cosas desde una posición absolutamente ecuánime y equidistante de todo lo que pueda ser intereses personales y de círculo porque no me anima otro interés que el de conjunto. Estoy a una altura de la vida en que solo el patriotismo y el bien de nuestra causa pueden impulsarme y cuando digo cuanto antes he dicho, lo hago con la persuasión más absoluta de que "algo está podrido en Dinamarca". Si no sacamos este tumor a tiempo, nos va a dar mucho que hacer. Los equivocados suelen tener remedio si son medianamente inteligentes como para comprenderlo, pero los traidores no tienen más remedio que alejarlos cualquiera sea el precio que haya que pagar por ello. Los grandes males solo curan con grandes remedios.


La tarea de higiene local debe estar a cargo de los propios dirigentes que están con las manos en la masa. Está llegando la hora decisiva y en élla no debemos tener traidores en el Movimiento porque esos pueden ser nuestra perdición. Muchos suelen decir que la masa está firme y que no responde más que a Perón, pero Usted sabe que eso es relativo, desde que Perón no puede desde aquí conducir la masa si no dispone de dirigentes honestos y capaces. Uno solo de ellos que defeccione, por incapacidad o por traición, es suficiente para hacernos fracasar cualquier cosa. En la campaña que el Gobierno desarrolla para disociarnos está la propia evidencia de cuanto le vengo diciendo: ¿quién es el que informa al periodismo enemigo de cuanto ocurre en las reuniones secretas de los organismos? Usted comprende que solo puede hacer esto el que esté en la traición. Luego hay traidores. Todos deben saber quienes son.


En cuanto a la acción de los militares, ya sean azules, como gorilas o violetas, no tengo mucha fé por ahora. Los azules porque no se animarán a sacar las fuerzas a la calle y los demás porque carecen de fuerza y tampoco querrán jugar una carta que dé motivo a los azules para intervenir en defensa de la legalidad. Sin embargo, existe un "entourage" de radicales de Balbín, conservadores, gorilas y marinos, que están agazapados en espera de la oportunidad: esos son los más peligrosos si, como espero, el Gobierno de Illía cae solo por inoperancia culposa. Hay en todo esto algo que no está claro. Aparentemente el Gobierno, compuesto de radicales de Illía y gorilas, está colocado evidentemente frente los azules de Onganía. Los radicales de Balbín, marinos, conservadores y gorilas organizados y con Comandos Civiles, observan lo que pasa y solo aparecen de cuando en cuando unos pocos, aunque sabemos que la organización existe. ¿Qué está entonces pasando?


En estos momentos el Peronismo necesita un verdadero Comando de Operaciones para informarse, apreciar, resolver y realizar lo que sea necesario para enfrentar a todas estas organizaciones de la manera más efectiva, con unidad de concepción y de acción, con una planificación perfecta de objetivos claros y precisos, que nos permita pensar que frente a un enemigo activo, nosotros también disponemos de una actividad permanente. En cambio, por lo que se vé, disponemos de un organismo de conducción que pierde su tiempo en declaraciones intrascendentes e inoperantes que, "por casualidad", favorece también a los planes de los enemigos y dentro del cual hay personas que se encargan de informar a ese enemigo sobre las cosas que se tratan y las estupideces que se dicen para que ellos puedan sacar la mayor ventaja para su empeño. ¿No le parece, querido Alonso, que así las cosas no pueden seguir?


No es que yo me amargue, como dice Usted, porque ya soy en estas cosas una suerte de fakir, pero me interesa que llamemos las cosas por su nombre, ya que no nos vamos a estar tirando la suerte entre gitanos. Todos sabemos lo que está pasando: hay ambiciones, que yo las justifico, las acepto y las encomio porque con hombres sin justas ambiciones, no iremos a ninguna parte. De manera que lo malo no está en que los dirigentes ambicionen sino en las formas de ejecución con que esos dirigentes quieren satisfacer esas ambiciones. Yo le entregaría hoy mismo el Movimiento Peronista a un dirigente que me pudiera asegurar que no lo destruiría y sería obedecido por la masa porque, como imaginará, ya estoy en condiciones de jubilarme, para ocuparme de otras cosas muy importantes que tengo entre manos como el "Movimiento de Liberación Latino Americano" que se encuentra en plena marcha. Con las manos libres y sin la persecución de los embajadores argentinos, podría viajar tranquilo y realizar una obra continental que me tiene entusiasmado. Si ya no he anunciado mi retiro de la política activa en mi país, ha sido porque pienso que todavía soy indispensable para mantener la cohesión de nuestro Movimiento. Que más querría yo que apareciera un hombre que me reemplazara o que el Movimiento se institucionalizara en garantía de un futuro mejor.


El viaje de Isabelita sé que ha sido de un éxito extraordinario en las provincias porque he recibido cartas a montones en las que me relatan los compañeros de Córdoba, Mendoza, San Juan, Tucumán y Chaco. Su misión ha sido precisamente ésa: levantar un poco el ánimo, que lo presentía un poco decaído en todas partes. Si ha llenado su objeto me doy por satisfecho.


Me alegro mucho que a su Señora esposa le haya ido tan bien en la operación y le ruego que le haga llegar, junto con mi saludo más afectuoso, mi enhorabuena por ello. Lo mismo que haga llegar mis saludos a los pibes.


Espero y anhelo que las cosas de la C.G.T. sigan bien y metiendo. Un agente de Illía llegó hasta aquí y con el Embajador Argentino en Madrid tomaron contacto conmigo. Me preguntaron qué había que hacer para arreglar la situación. Yo les contesté que, en mi concepto, todo lo ocurrido había sido provocado por ellos y que debían proceder cuanto antes: primero, a dejar sin efecto las inconsultas medidas tomadas con los gremios y la C.G.T. y, segundo, sacar del Gobierno a los agentes gorilas de provocación que, como el Ministro de Trabajo, están saboteando desde dentro del Gobierno mismo la marcha. Quedaron en comunicarlo. No sé si lo habrán hecho.


Saludos a todos los compañeros de la C.G.T.


Un gran abrazo.


Juan Perón


martes, 26 de noviembre de 2019

Se cumplen 145 años de La Batalla de La Verde




La Batalla de La Verde (provincia de Buenos Aires, 26 de noviembre de 1874) fue un combate entre las fuerzas nacionales al mando del teniente coronel José Inocencio Arias y las revolucionarias, dirigidas por Bartolomé Mitre, que dio fin a la revolución de 1874 en la provincia de Buenos Aires.


Antecedentes
La derrota electoral de Bartolomé Mitre en las elecciones de 1874 frente a Nicolás Avellaneda hizo estallar una revolución de su partido, con la excusa de que éste había triunfado gracias al fraude. El fraude había existido, pero lo habían usado ambos bandos y el propio candidato derrotado lo había utilizado varias veces en el pasado.

La fecha programada para la revolución era al día siguiente de la asunción de Avellaneda, ya que aceptaban como legal al gobierno de Sarmiento; pero como sus preparativos fueron descubiertos, se lanzaron a la rebelión antes de esa fecha. Poco después estallaba otra en San Luis y el sur de la provincia de Córdoba, dirigida por el general José Miguel Arredondo, que nunca llegó a coordinarse con la primera.

Por varias semanas, el grupo de Mitre, inicialmente dirigido por el general Ignacio Rivas, recorrió el sur de la provincia de Buenos Aires, reuniendo soldados de la frontera con los indios y voluntarios armados, hasta llegar a reunir casi 5000 hombres, incluidos muchos indios amigos. Pero las provincias que se habían comprometido a apoyarlo, especialmente Corrientes y Santiago del Estero, no se unieron a la revolución. Pese a haber conseguido varios éxitos parciales, sobre todo por deserción de las fuerzas leales, los hombres de Mitre no lograban hacerse fuertes en ninguna ciudad.

Desarrollo

Fotografía de Mitre durante la década de 1870.
Cuando se dirigían al norte de la provincia, se encontraron con el Regimiento de Infantería número 6 "Arribeños", al mando de su jefe, el teniente coronel José Inocencio Arias, que se había dirigido al frente de combate sin saber dónde estaba el enemigo, y había quedado muy adelantado. Sorprendido por la cercanía del ejército rebelde, se había parapetado con sus 900 hombres en la estancia La Verde (cerca del actual pueblo de Del Valle, partido de Veinticinco de Mayo), aprovechando las instalaciones rurales y cavando rápidamente varias fosas defensivas.

La desventaja numérica de Arias podía ser compensada sólo por la mejor capacidad de fuego de su infantería, la excelente posición defensiva, y la disciplina profesional de sus hombres del 6 de Infantería, veteranos de la guerra del Paraguay.

Mitre supuso que la diferencia numérica era suficientemente amplia como para asegurarle la victoria, y ordenó un ataque en masa de todos sus hombres, la enorme mayoría de los cuales eran de caballería. Tras cuatro horas de lucha, sin embargo, había perdido más de mil hombres, incluyendo varios oficiales superiores, entre los cuales el más destacado fue el coronel Francisco Borges (de quien se dice que se hizo matar al ver que eran derrotados), abuelo del escritor Jorge Luis Borges y amigo personal de Arias.

Consecuencias
Mitre, derrotado, se trasladó a Junín, donde permaneció unos días en la casa de su amigo Narbondo. Pero Arias se dirigió hacia allí, forzándolo a capitular. Poco después, Arredondo era derrotado y apresado en la batalla de Santa Rosa, con lo que la revolución fracasaba y el gobierno de Avellaneda podía continuar su curso en paz.

Curiosamente, los hombres de Mitre habían logrado aplastar todas las revoluciones que habían estallado en su contra durante su gobierno gracias a la superioridad de armamento de su infantería en las batallas, frente a numerosos montoneros que los cargaban de frente; pero, al parecer, nunca entendió por qué los había derrotado. De otra forma, no se explica cómo hizo exactamente lo mismo que había llevado a la derrota a sus enemigos.

Arias fue premiado con el ascenso a coronel; llegaría a ser general y gobernador de la provincia de Buenos Aires. La carrera política de Mitre pasó a un franco segundo plano desde entonces, convertido en una especie de leyenda histórica viviente, que distintos grupos usaron para sus propios fines; pero nunca realmente volvió a reunir apoyos personales tan importantes como hasta esa fracasada revolución. En cuanto a Rivas, su carrera llegó ese día a su fin, y moriría seis años más tarde en un cargo administrativo secundario.

viernes, 30 de agosto de 2019

Se cumplen 48 años de esta carta de Perón a Carlos Juárez




Carta al Dr. Don Carlos A. Juárez 30 de agosto de 1971

Escrito por Juan Domingo Perón.

Madrid, 30 de agosto de 1971

Sr. Dr. Don Carlos A. Juárez.

Buenos Aires.

Querido Compañero y Amigo:

Por mano y amabilidad del compañero Campos he recibido su amable carta del 23 de agosto próximo pasado, y le agradezco el recuerdo y saludo que retribuyo con mi mayor afecto.

Comparto todos sus atinados juicios sobre la situación argentina y le felicito por su empeño en la preparación de nuestra acción política en Santiago del Estero. Nunca como ahora ha sido más necesaria la unidad, solidaridad y organiza­ción de nuestro Movimiento. No es hora ya de contemplar pequeñas diferencias entre nosotros cuando estamos por jugar el destino de la Patria y de nuestro Movimiento. Ya tendremos tiempo de discutir nuestras pequeñas diferencias cuando ha­yamos vencido al enemigo que tenemos al frente. Lo primero es vencer, porque ningún peronista puede pensar en realizarse en un Movimiento Peronista que no se realice.

Desde aquí estoy siguiendo los acontecimientos que han de afirmar o desvirtuar las promesas de la dictadura militar y, sobre asunto; el compañero Campos le podrá hacer escuchar una cinta magnetofónica que lleva y contiene dos puntos distintos:

1. Nuestro Punto de vista sobre la situación argentina, y

2. La preparación humana y técnica para el futuro. Le ruego que la escuche. La primera es la contestación por memorándum que yo di al Embajador argentino en Madrid, y la segunda son observaciones que me sugiere la necesidad actual sobre la preparación humana y técnica para preparar la toma del poder.

Espero que toda nuestra gente se de cuenta exacta del momento que el país está viviendo y de la perentoria necesidad de que nos pongamos en serio a trabajar, cada uno en su tarea, a fin de presentar el mejor frente de acción o de lucha, según sean las circunstancias que los hechos nos presenten en el futuro inmediato. Hasta ahora todo ha sido posible. Desde ahora solo la solidaridad, la unidad y la organización serán los factores determinantes de un éxito que, estando ya en nuestras manos, no podemos desperdiciar por atender cuestiones secundarías.

Le ruego que salude a los compañeros y acepte, junto con mi saludo más afectuoso, mis mejores deseos.

Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón

martes, 25 de junio de 2019

Se cumplen 63 años de esta carta de Perón a Eustaquio Tavares Castillo




Carta al Sr. Eustaquio Castillo 25 de junio de 1956

Escrito por Juan Domingo Perón.

Colón, Panamá, junio 25 de 1956

Al Sr. Eustaquio Tavares Castillo.

Asunción del Paraguay

Mi querido amigo:

En mi poder su esperada carta de fecha 17 del corriente, por la cual recibo la gran alegría de que Ud. ya ha podido llegar a esa tierra amiga.

Conozco la situación del país por las noticias que de los muchachos me llegan. Están trabajando duro, y es necesario —para lograr el éxito— tomarle el paso al tiempo. Desgraciadamente, muchos de nuestros buenos y fieles soldados son víctimas del odio de la "canalla". En toda lucha hay víctimas y, desgraciadamente para nosotros unas son esos amigos comunes.

Indirectamente he logrado informarme de nuestros compañeros Leloir y Albrieu, los cuales por ser gente de bien y leales defensores del Justicialismo, son mantenidos en esos presidios que nosotros mismos cerramos. Ironía del destino. Ellos, que se titulan libertadores, han tenido que habilitar nuevas cárceles —cerradas por los peronistas— para encerrar a quienes elevaban la voz en defensa de una causa justa.

Los crímenes y desaciertos que los "gorilas" cometen, están apresurando el desmoronamiento del gobierno de traidores y falsarios. Los ánimos están cada día más caldeados, lo cual demuestra que nuestra labor no fue tan mala como muchos pretendieron pintarla.

Todos los muchachos están ya en la lucha. En esa bendita tierra de valientes, hay muchos compañeros que como Usted han sido perseguidos por las bestias aramburistas o rojistas. Unanse y trabajen organizadamente. Con nervios de acero, que es la forma de actuar en estos instantes, podremos ganar más y apresurar nuestro retorno triunfal.

No dudando que tendré sus noticias dentro de la mayor brevedad, le ruego transmita mis saludos cordiales a los compañeros en ésa, y en especial al amigo Guidi. Usted mi buen amigo Tavares, reciba un fuerte abrazo de su invariable amigo.

Firmado: Juan Perón.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Se cumplen 52 años de esta carta de Perón a Jorge Abelardo Ramos





Carta de Juan Domingo Perón a Jorge Abelardo Ramos 29 de mayo de 1967

Escrito por Juan Domingo Perón.

Madrid, lunes 29 de mayo de 1967

Estimado amigo:

A mi regreso de un viaje de "manzanillización" a Sevilla, me encuentro con su carta y los ejemplares N° 3 y 4 de la revista "Izquierda Nacional" que tuvo usted la amabilidad de enviarme. Le agradezco su recuerdo: he leído con todo interés el material, sin desperdicio, de su contenido que comparto en un todo porque la verdad habla sin artificios. Una izquierda nacional, en la que orgullosamente me cuento, que sale a la palestra con verdades como puños sin preocuparse de que, en nuestros días, lo más peligroso suele ser decir la verdad. Llega poco a poco el día en que todos comenzamos a "hablar un mismo idioma" como iniciación de una unidad y solidaridad que está ya tardando en llegar y que será la única manera de encarar una liberación impostergable.

"La segunda revolución libertadora", excelente artículo de una verdad aterradora. La tan mentada "Revolución Argentina" es efectivamente la "segunda revolución libertadora" aunque sus consecuencias serán provechosas para nuestro pueblo. No sé si nosotros habremos sido demasiado buenos pero, los que nos han sucedido han sido tan malos que, en último análisis, venimos resultando óptimos. Estos nuevos "salvadores de la Patria" no harán sino confirmar el viejo refrán castellano: "detrás de mí vendrán los que grande me harán", lástima grande que sea el Pueblo inocente el que ha de pagar las consecuencias. Desde la distancia y con la información que poseo puedo apreciar que desde el 28 de junio (*) hasta el relevo de los primeros ministros, la dictadura militar se ha debatido en una lucha sorda dentro de su "gobierno" entre los grupos interesados en copar el poder "detrás del trono" en la que han intervenido desde los grupos nacionalistas clericales hasta los de los gorilas contumaces pasando como ustedes dicen por los sectores de una versión inorgánica de los intereses de la burguesía nacional y las exigencias de la oligarquía vacuna. Mientras ello sucedía, la acción monopolista foránea y sus "cipayos"vernáculos, se encargaban de crear en el país un estado económico que obligara a la dictadura a caer en sus manos. El nombramiento de Krieger Vasena, conocido agente de los monopolios, demuestra que esos son los intereses que han vencido. Sus declaraciones iniciales y su acción ulterior están demostrando que no puede quedar lugar a dudas.

La campaña de intimidación, minuciosamente planeada y aplicada a continuación del fracaso del Plan de Lucha de la CGT, con la intención de paralizar toda acción de la resistencia popular nos demuestra que estamos frente al enemigo más peligroso que hemos enfrentado desde 1955: a la fuerza que esgrimen los militares que usurparon el poder, se agrega la habilidad de los grupos que sirven a los monopolios y la incapacidad y deshonestidad de muchos dirigentes sindicales que no sé si son tan incapaces como deshonestos. Esto nos debe hacer pensar en la necesidad imprescindible de reaccionar rápidamente hacia la unidad y solidaridad de todas las fuerzas populares. Ya no se trata de defender sindicatos, ni los intereses parciales, sino de la existencia misma de toda nuestra organización de la clase trabajadora argentina. Dentro de ello no cabe ya el egoísmo sindical de cada Comisión Directiva sino de articular una lucha de conjunto con disciplina y unidad de acción, porque a la unidad de nuestros enemigos no podemos sino oponerle nuestra propia unidad. A la oligarquía vacuna, a los intereses agroexportadores y la burguesía industrial, decididas a arruinar al proletariado argentino con la ayuda de las Fuerzas Armadas convertidas en "cipayos" del imperialismo, se les ha de oponer la decidida resolución del Pueblo que, dispuesto a todo, ha de oponer a la intimidación hechos fehacientes en los que demuestra que en la destrucción del pueblo estará implícita la destrucción de los demás y que si la clase trabajadora se hunde, se hundirán también las fuerzas que la condenan. Ello impone primero la unidad y solidaridad en nuestras fuerzas, segundo la purificación en su horizonte dirigente y tercero una planificación en la que vaya, desde la contraintimidación hasta la realización de medidas que no dejen lugar a dudas sobre la decisión de los trabajadores de llegar a los extremos que sea preciso llegar. Muchas veces he repetido a los peronistas que los pueblos que no quieren luchar por su liberación, merecen la esclavitud y nunca ha sido ese consejo más apropiado que en las actuales circunstancia. Pero, esta lucha ha de ser inteligente: no se trata de oponer la fuerza al poder militar sino la habilidad. Según rige en los principios de la conducción, no se puede empeñar una batalla contra un enemigo más fuerte, pero sí se puede diluir la lucha en miles de pequeños combates donde uno se asegura el éxito y que sumados representan otra batalla librada en una lucha de guerrillas que no sólo da exitos parciales sino que termina por desgastar las fuerzas adversarias. No es posible exponer al ciudadano inerme frente a la fuerza armada, pero sí es posible que este ciudadano, usando sus recursos, pueda producir un mal mayor en contra del enemigo que pretende batir, en este caso la dictadura militar, pegando donde duele, y cuando duele, allí donde la fuerza esté, nada, pero donde no esté la fuerza, todo. Cuando la reacción y las fuerzas que la sirven se percaten de que pueden perderlo todo, lo pensarán muy bien. Sobre el asunto de mi conferencia reservada del 11 de noviembre de 1953 que aparece publicada en el N° 3 de "Izquierda Nacional" es absolutamente real. Nuestra política internacional estaba orientada hacia la integración geopolítica y hacia una integración histórica. La primera con los siguientes objetivos: suprimir los límites para un mejor aprovechamiento económico y técnico de América Latina; para formar luego un núcleo de países en condiciones de tratar sin desventajas con las grandes potencias (EEUU y Rusia); para impedir que nos siguieran dividiendo en provecho de esos intereses; para elevar el "standard" de vida de nuestros habitantes y para echar las bases de los futuros Estados Unidos de Sudamérica. La integración histórica en un "Tercer Mundo" para consolidar nuestras liberaciones por una unidad y solidaridad continental latinoamericana. Cuando se firmó el tratado de Santiago de Chile, parecía que todos nuestros países lo firmarían y así lo hicieron en su mayoría, hasta que intervinieron fuerzas extracontinentales y "metieron el palo en la rueda" a través de la acción de Brasil y de Perú. Los norteamericanos formaron luego, por manos cipayas, la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, con la finalidad de enterrar nuestro intento de integración, lo mismo que hizo Inglaterra cuando se formó la Comunidad Económico Europea. Ahora son los yanquis los que en Punta del Este propugnan la integración, pero esta vez se trata de una "integración sometida", es decir, un estatuto colonial, bajo la presión y al servicio de nuestros "hermanos del Norte". Es que la ALALC estaba destinada al mismo fracaso de la Comunidad Europea de Libre Comercio, creada por Inglaterra bajo la dirección norteamericana, que acaba de derrumbarse ante las efectividades económicas del Mercado Común Europeo hasta el extremo de que Inglaterra y sus seis acompañantes, mendigan ahora el permiso para ser admitidos en la Comunidad Económica Europea. En 1953, pese al cipayismo dominante, estuvimos a un paso de realizarlo. Desde entonces hasta ahora, se ha perdido terreno. Espero que la juventud sudamericana tomará nuestro "testimonio" y lo llevará a su destino. Si no es así, pasarán muy malos ratos. Con referencia al momento actual argentino, todo parece articularse alrededor de la situación económica y sus consecuencias sociales. El plan Krieger Vasena se evidencia cada día más como un gran camelo nacional. Los inevitables intereses creados y el temor de la gente impide que ese plan sea desenmascarado lisa y llanamente, pero por sobre todo el temor que parece haberse apoderado de importantes sectores de opinión independiente, un temor sutil e invisible que, en último análisis, no hace más que reflejar la presencia de un formidable aparato de represión que no se muestra desembozadamente pero que realmente existe y actúa en las formas más imprevisibles.

La toma del poder por un sector del mismo sistema -en este caso las fuerzas armadas- al margen del Pueblo en la actualidad cuesta mucha plata. En el pasado, el cambio más o menos violento del poder no alteraba esencialmente el ritmo económico, pero hoy las cosas son muy distintas, máxime si ese golpe, como se ve cada día, se realiza contra el Pueblo. Eso es precisamente lo que estos ingenuos "dictadores de bolsillo" no alcanzan a comprender y ese afán en soluciones que no serán tales mientras tal estado de cosas siga imperando. De afuera no viene ni vendrá ni un cobre. El famoso crédito "stand by" por 400 millones de dólares, está destinado pura y exclusivamente para equilibrar, en caso necesario, la balanza de pagos desfavorable, es decir, son dólares para pagar a los acreedores extranjeros, para que estos no dejen de cobrar, pero no significan ni un centavo de inversión productiva para el país. Esto que es elemental, no sólo no se dice sino que, por el contrario, tal operación aparece publicitada como un éxito financiero del gobierno. Es que todo es así: pura simulación, pero si la simulación puede engañar a los tontos, que son muchos, en cambio no arrima soluciones que es precisamente lo que se necesita. Frente a lo que se avecina indefectiblemente en los próximos meses, con poco que supiéramos hacer nosotros y, si es posible, el resto de las fuerzas ciudadanas que hayan cedido al temor por la intimidación gorila, todo se pondría en excelentes condiciones. Me temo sin embargo, la indecisión que ya se manifiesta en los sectores políticos de radicales, que se reducen, como siempre, a lanzar manifiestos intrascendentes e inoperantes o los sectores del socialismo cipayo, lleno de simulaciones inconfesables. La unión de toda la ciudadanía formando un frente civilista que supiera oponerse al frente militar oligárquico tendría posibilidades insospechables. Ya el 17 de octubre de 1945 demostramos claramente que, si el poder militar es fuerte, es en cambio muy frágil frente a la resistencia inteligente de un Pueblo decidido a proceder con la misma inteligencia, mediante un poder que permanece oculto pero al que todos temen. Nuestro problema sigue siendo el mismo: una conducción capacitada. Yo he designado para la conducción táctica al compañero Mayor Don Bernardo Alberte. Es como yo, un político aficionado pero un conductor profesional que domina la teoría, la técnica y la práctica de la conducción. Era uno de los hombres de reserva que tenía el Peronismo y se lo ha empleado por lo crítico de la situación actual. Yo lo conozco profundamente y sé que posee valores efectivos. Si todos le "ponen el hombro", estoy absolutamente persuadido de su éxito. El Peronismo me ha pedido siempre que nombre un jefe que sea tal y que me represente: lo he hecho con él. Espero que todos le obedezcan y le ayuden. Le ruego haga llegar mis más afectuosos saludos a los amigos del Partido Socialista de la Izquierda Nacional, con mis mejores deseos por el éxito futuro.

Un gran abrazo.

Juan Domingo Perón

Hace 52 años Perón le escribía esta carta a Miguel Tejada, Maruca Ortega de Carrasco y Enrique Pavón Pereyra.

  A los Sres. Tejada, Maruca de Carrasco y Enrique Pavon Pereyra 2 de febrero de 1972  Escrito por Juan Domingo Perón.  Madrid, 2 de febrero...